Contradicciones del capitalismo imperialista en Puerto Rico:

“Justo cuando necesitamos más de los ecosistemas, los bienes comunes […] y servicios públicos para enfrentar la crisis, es cuando más se siente su deterioro y desaparición”.

— Erika Fontanez Torres | El Derecho a lo Común: bienes comunes, propiedad y justicia climática (2023)

El futuro de la clase trabajadora se vuelve cada vez más incierto y los capitalistas se vuelven cada vez más ricos:

La falsa narrativa de progreso y superación inunda nuestros medios informativos. En los anuncios de las agencias gubernamentales, en las noticias y periódicos, parece hablarse de un Puerto Rico ficticio en el que todo está bien.

Bajo el gobierno colonial, se forma una contradicción antagonista; por un lado, la clase trabajadora vive de primera mano el deterioro del país y sus servicios esenciales, por el otro, la clase propietaria burguesa se ve más enriquecida que nunca.

Aunque vemos noticias alentadoras que nos exhortan a superarnos y “echar pa’ lante”, como clase explotada cada vez nos vemos más imposibilitados de salir de nuestra situación material. Por más que nos fajemos, nunca vemos el fruto de nuestro trabajo porque este es reservado para los inversionistas, propietarios y empresarios capitalistas.

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Miles de puertorriqueños que emigraron a Estados Unidos después del huracán María, fueron reemplazados por una ola de buitres buscando un paraíso fiscal:

En el 2019, el gobierno de Ricardo Roselló Nevares consolidó varias leyes de exenciones contributivas en lo que hoy se conoce como la ley 60. Como siempre, al pueblo puertorriqueño se le vendió el sueño del progreso, y se presentó esto como una oportunidad de mejoramiento económico. Sin embargo, los resultados han sido catastróficos.

Inversionistas han comprado bloques completos de edificios, botando a miles de residentes a la calle para convertir sus apartamentos en alquileres de vacaciones. Una vez más la clase trabajadora se ha quedado a la intemperie con tal de llenarle los bolsillos a inversionistas, mientras el Estado le vende al extranjero la imagen de un Puerto Rico explotado con una clase obrera al servicio de la gente rica.

“Puerto Rico Sí” es una campaña de la Compañía de Turismo en la que se le exhorta a la clase trabajadora a ser más servicial.

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Fiesta Island (1953)

Filme encargado por el Visitors Bureau Commonwealth of Puerto Rico | Narrado, producido y dirigido por Hamilton Wright

| La Noticia Paga de Jose Orlando Sued |

Puerto Rico Sí: Calidad de Servicio 100 X 35 (2023)

Campaña de la Compañía de Turismo de Puerto Rico

f/22 1/125 ISO: 200 | Edificio abandonado del Departamento de Retiro | Hato Rey

f/22 1/100 ISO: 100 | Escuela pública abandonada: Bairoa II | Caguas

f/11 1/125 ISO: 800 | Salón de clases a las afueras del Edificio DMN | Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras

f/22 1/125 ISO: 1600 | Acera bloqueada por construcción del Banco Popular de Puerto Rico | Hato Rey

f/17 1/125 ISO: 200 | Edificio abandonado de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados | Caguas

f/16 1/160 ISO: 800 | Oficina Central Centro Demográfico del Departamento de Salud | Hato Rey

Cuando los servicios esenciales no son prioridad, cuando es más importante cobrarle a la clase trabajadora una deuda causada por los bancos e inversionistas del imperio, cuando el presidente de dicho imperio (por quien no podemos votar) tiene el derecho absoluto de imponer una junta de control fiscal para cobrarnos esa deuda, cuando el bienestar de los bancos se prioriza sobre el bienestar público, es importante cuestionarnos: